7 nov 2006

AMLO: la hora de la soledad

Razones

Por: Jorge Fernández Menéndez

AMLO: la hora de la soledad

Dice el cantante Fito Páez que la soledad es una droga dura. Tiene razón. Lo sucedido el viernes cuando López Obrador dio a conocer su "gabinete", lo refleja. Ya semanas atrás, la estrepitosa derrota de Tabasco, donde perdió 20 puntos en dos meses, había sido la señal de que su estrategia era un fracaso. Esta misma semana, cuando intentó treparse a la movilización de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, los oaxaqueños lo dejaron hablando solo en el Hemiciclo a Juárez. Para la conformación de su "gabinete" no encontró un solo político de peso que quisiera acompañarlo. La hora de la soledad, de empezar a pagar las cuentas, ha llegado y, para colmo, ese proceso apenas comienza en el caso de López Obrador.

Hay muchas cosas notables entre los nombres que dio a conocer el viernes el ex candidato, pero de esos seis hombres y seis mujeres no hay uno solo que no haya sido su colaborador, que no pertenezca al equipo de incondicionales. La mayoría, incluso, han sido los miembros más oscuros del gobierno capitalino: Raquel Sosa, Bertha Luján, Claudia Sheinbaum, Bernardo Bátiz, José Agustín Ortiz Pinchetti, Asa Cristina Laurel, Laura Itzel Castillo: ninguno de esos nombres conlleva, siquiera, un sello de mínima eficiencia en el cumplimiento de sus responsabilidades.

Sosa tiene como único mérito su amistad con el tabasqueño, su desempeño en el Gobierno del Distrito Federal pasó, en el mejor de los casos, desapercibido; Bertha Luján fue una contralora a modo; Sheinbaum no hizo nada por el medio ambiente en la ciudad, pero como responsable de las grandes obras públicas del lopezobradorismo le debemos obras inconclusas y marcadas por el secreto fiduciario para que nadie pueda saber cómo y en qué se gastó el dinero (pero eso le sirvió para establecer los grandes acuerdos con muchos constructores que financiaron la campaña de López Obrador y se espera que ahora financien su nueva aventura); Bátiz ha sido un desastre como procurador capitalino: ¿qué mejor ejemplo que la incapacidad para encontrar a los asesinos del ingeniero Blamer, aquellos del famoso BMW blanco que se les ha esfumado a sus agentes?; Laurel, que en sus ensayos académicos criticó siempre el sistema de salud pública, cuando lo tuvo en sus manos lo llevó a la peor condición de su historia reciente; Laura Itzel es una mujer respetable, pero el padre, Heberto Castillo, hubiera detestado la forma en la que Laura Itzel permitió innumerables actos de corrupción en los permisos para construcción en la capital. Se podría seguir con todos y cada uno de los "designados", quizá con la excepción de Ortiz Pinchetti, pero no tiene sentido continuar con una lista que sólo representa una extensión de lo peor del lopezobradorismo, un movimiento cuyo deterioro se refleja, mejor que nada, en la intolerancia del sucesor de López en el DF, Alejandro Encinas, que cuando el viernes un grupo de vecinos, de los pobres a quienes su gobierno dice representar, se quejaron porque en el distribuidor vial de Tasqueña (una obra inaugurada, una vez más, a las apuradas y sin concluir) no hay cruces peatonales, los ignoró, declaró que él "de lengua se comía un plato" y abandonó presuroso el lugar rodeado de guaruras.

Sin embargo, se pueden realizar varias lecturas interesantes viendo quiénes no están en esa lista. Por principio de cuentas no está uno solo de los nombres que se manejaron en la campaña: ninguno de ellos quiso aceptar la propuesta de López Obrador para integrarse a su presidencia "legítima". Bueno, no están ni siquiera la mayoría de los integrantes de su equipo proselitista. No hay nadie que represente alguna corriente perredista fuera de la encabezada por René Bejarano, que tiene presencia sólo en la capital del país. Pero el Partido de la Revolución Democrática no figura, como no figuró en la campaña, en la nueva estructura de AMLO.

Si el PRD no está presente en ese equipo es más comprensible aún que no estén, tampoco, sus aliados: pese a lo que se dijo, no hay una sola figura de los partidos que conformaron la coalición Por el Bien de Todos. No hay representantes de Convergencia ni del PT, tampoco de sectores de la izquierda independiente, mucho menos ex priistas o panistas con una carrera propia.

Uno de los datos más significativos es que ni uno solo de los designados es siquiera conocido fuera de la capital del país. Ninguno viene de la política estatal, ninguno representa a alguna fuerza en el resto de las entidades de la República. Ninguno, tampoco, tiene relación con los gobernadores perredistas de Guerrero, Zacatecas, Michoacán o Baja California Sur. No hay dirigentes ni de los estados ni de las universidades ni de los sindicatos ni de los centros empresariales ni de los medios de comunicación. Tampoco especialistas reconocidos en ninguno de los principales ámbitos de la vida nacional.

¿Qué se podría esperar de un equipo que no es representativo de la pluralidad política, social y cultural del país e incluso de su partido o de la alianza que impulsó la candidatura de López Obrador y que no está integrado por dirigentes políticos o sociales y tampoco por especialistas? Sólo lealtad absoluta al "líder". Eso es lo que buscó López Obrador, sabiendo que le ha llegado la hora de la soledad, incluso entre los suyos. Irá ahora, con este grupo, al acto del 20 de noviembre, mismo que nadie va a obstaculizar porque significa la culminación del ridículo, de la autoinmolación de un dirigente que ha dilapidado de la forma más insensata su capital político. Después del 20 de noviembre, de la llegada al poder de Felipe Calderón y de que Marcelo Ebrard asuma el gobierno del Distrito Federal, ese grupo irá cayendo en el olvido.

Con todo, puede haber una buena noticia. El que López Obrador se haya llevado a todo ese grupo de desprestigiados ex funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, implica que ya no estarán en el gobierno de Marcelo Ebrard. Allí tiene éste una oportunidad para iniciar un camino nuevo, con gente más capaz y preparada, mirando al 2012.

1 comentario:

Anónimo dijo...

DEFINITIFVAMENTE PARA SER IMBÉCIL, NO SE ESTUDIA, YA NACISTE ASÍ. AHORA DESPUÉS DE MÁS DE DOS AÑOS Y ANTE LA GRAN CAPACIDAD DE CONVOCATORIA ME ENCANTARÍA VER COMO TE COMES LO QUE DICES. PERO TÚ SI ERES TAN INSIGNIFICANTE QUE NADIE TE COMENTÓ SIQUIERA UNAS PALABRAS DE APOYO ANTE TUS OPINIONES. DAS LÁSTIMA Y NI SIQUIERA ESO MERECES. INTOLERANTE DERECHISTA, SEUDO PERIODISTA, ME RIÓ DE TI, JAJAJAJAJAJAJA